5 Síntomas del cartílago de rodilla desgastado

Los síntomas del cartílago de rodilla desgastado van desde el dolor moderado hasta el bloqueo articular. En esta ocasión, te vamos a contar sobre los síntomas y las razones por las que este importante componente de la rodilla comienza a desgastarse y causar problemas. Al final de este post encontrarás más información sobre las opciones de tratamiento.
El cartílago de la rodilla
El cartílago de la rodilla es un tejido blando y resbaladizo que cubre, amortigua y protege la articulación. Evita que los huesos tengan una fricción excesiva entre sí: los meniscos también forman parte de este cartílago y también pueden sufrir desgaste. Al perder densidad, hidratación o volumen, dejan de cumplir su función y sobrevienen los síntomas que describimos a continuación.
Síntomas del cartílago de rodilla desgastado
Dolor
Puede ser una molestia o incomodidad y llegar ser muy agudo, especialmente durante las mañanas.
Inflamación
La inflamación puede notarse a simple vista, justo en el área de la rótula.
Bloqueo articular
Consiste en que la rodilla queda rígida debido a la sobrecarga muscular. Es condición previa a una rotura de meniscos y debe ser tratada lo antes posible.
Limitación a la movilidad
Debido a que el cartílago cumple un papel importante en el movimiento de la rodilla, al estar desgastado se puede producir dificultad para caminar normalmente o hacer movimientos cotidianos, como ponerse de pie.
¿Por qué ocurre esto?
Las causas más comunes del cartílago de rodilla desgastado son enfermedades como la osteoratritis y la artrosis, que son degenerativas. También hay causas no determinadas, asociadas a la edad y factores genéticos. Además, el uso excesivo de la rodilla (como en caso de deportistas y personas que pasan mucho tiempo de pie o caminando) y el sobrepeso también pueden ser factores determinantes para experimentar estos síntomas, incluso a temprana edad.
El cartílago no tiene vasos sanguíneos ni nódulos linfáticos, por lo que es muy difícil que pueda regenerarse por sí mismo. En ese sentido, una vez que aparezcan los síntomas es muy difícil que se vayan por sí mismos o descansando, es necesario acudir con un especialista para recibir un tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento
Las técnicas tradicionales incluyen la cirugía para remover tejido muerto o dañado e injertos en el cartílago para promover su recuperación. Actualmente, se pueden evitar este tipo de procedimientos con técnicas mínimamente invasivas, así como con medicina regenerativa.
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